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elsaltodelarana

un toque de locura

Un toque de locura 

Va caminando por el medio de la vía, lleva un buen paso, muestra las pantorrillas esmirriadas largas y flacas, falta de carne. 
Cubriendo su cuerpo, lleva una bata gris, está curtida y arrugada, manchada de grasa y sucia con tierra. Porta amarrada sobre el brazo, una mochila, y dentro una bolsa que parece llevar una muda de ropa, que se deja ver curtida igual a la que lleva. 
Su andar es como un vaivén hacia los lados, como de borracho, como barca que se bambolea con la marea. Mueve muchos los brazos, los hombros gesticula,y va caminando feliz de la vida, cantando y riendo. Ora pone 
cara seria, ora sonríe, mira hacia los lados, se fija en todas las cosas que le llaman la atención y que parecen atravesársele a su paso. Algunas las señala alzando la mano y mostrándola con los dedos huesudos y largos. De nuevo ríe, muestra unos dientes amarillos y roídos, continua riendo y caminando mostrando una sonrisa sin brillo, fría, inexpresiva, como de niño autista, ido dentro de si, o como la de un animalito enjaulado. 
Miro sus ojos y no se ve ninguna chispa en ellos, parece tener una gran univocidad con los animales. Le habla a las piedras, a los obstáculos, a las cercas, a los postes, los regaña, los interpela, pelea con ellos, es un niño que señala a un lado con gran atención y con gran algarabía y luego a otro sitio, y en un instante, pierde el interés. Gesticula de nuevo para ella misma, otra vez sus dientes y 
hace una mueca, parece la de un bostezo de gato. 

Le cubre la cabeza una gorra azul y por debajo de ella cae una mata de pelo, es como un moño rojizo y pegado que le cubre hasta la nuca. 
Su piel está toda curtida. 
Se atraviesa en la vía y hace frenar a los automovilistas que pasan raudos por la calle,y camina por ella como un autómata, andando sin ton ni son. 
Le calculo cerca de cuarenta años y un gran trastorno mental. 
Ve una botella verde de refresco ubicada cerca de una alcantarilla y corre hacia ella y de un envión, bebe su contenido. 
Parece que lleva sed, se ríe, es todo un toque de locura; acaba el contenido de la botella. 
Pienso en su trastorno, y me pregunto. 
¿Será una madre que ha perdido a sus hijos pequeños y el desespero por la desgracia le ha dejado en ese estado? 
¿Será que un hombre, compañero de su vida la ha dejado por otra, después de golpearla y vejarla? 
¿Será que fue abandonada a su suerte, por sus hijos, por su familia?. 
Quizás nació así, lucubrar sobre su perturbación y sobre tantas atribulaciones por la que una persona pueda pasar y desde esta manera cambiar hacia el otro lado; hacia el desespero y la locura. 
Donde la mente pierde su sustancia y el vagar en blanco la 
consustancia con un animal. 
El no poder soportar el cambio de un mundo que evoluciona y va dejando atrás a las personas que no puedan montarse en su tren. 
La pobreza, el hambre, las drogas, el alcohol, la vida miserable, lafalta de oportunidades. 
¿Cómo será su vida interior, sus pensamientos e ideas, tendrá algunas? 
¿Será como un animalito, como un perro adulador y cariñoso, o como una fiera que descansa en la sombra esperando el momento de atacar de herir de matar. 
Logro pasarla y ponerme frente de ella debajo de su bata gris, lleva otras ropas, un gran short que le llega hasta las rodillas, una blusa naranja, que contrasta con su amplia bata gris, que usa como un sobretodo y que la cubre en las noches en la intemperie. Lleva unos zapatos de tenis muy grande para sus pies, a veces en vez de caminar parece chapotear como un pato, o como los payasos de circo; por eso el bamboleo hacia los lados. 
Ahora logro estar muy cerca y ver su rostro. 
No es ella, es él. 

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