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Caballito

Caballito

 

 Percheron

Nombre: Ligia Bardina
Nacionalidad: Venezolana
Dirección: Prolongación Av. Sur 9, Quinta Vimar,
Los Naranjos, El Hatillo, Caracas, Venezuela
Teléfono: 0212 9858457
Técnica: Escultura en Resinas
Tamaño: 31x11x32 cm
Año: 2004

 Caballito

Tengo un perro. Bueno, es una perrita y es muy linda, tiene unas orejas larguísimas, casi las arrastra al caminar, y cuando come se le meten en el plato. En estos momentos está amamantando unos cachorritos, éstos tienen pocos días de nacidos y son tricoloreados, pardos de dos tonos, uno mas claro que otro y las orejas son blancas y tan largas como las de su madre, son cinco en total y solo saben comer y dormir.
También tengo un gato, me lo regalaron cuando él y yo éramos muy pequeños, él era toda una bolita de pelos dorados que solo maullaba y maullaba. Cuando empezó a crecer siempre bromeábamos con él, le decíamos el amo, por que su maullido era como un pronombre posesivo, mío, mío, mío.

Hoy día es todo un señor gato, gordo, grande, su color dorado compite con los rayos del sol y posee una carita de gato muy simpática, parece que siempre estuviese sonriendo. Es muy travieso hace cabriolas y persigue las pelotas y todo lo que rueda, lo único que no hace es perseguir ratones, aunque no se ven, creo que los ahuyenta por su olor.

También hay conejos, patos, gallinas y un pavo muy escandaloso.

Hubo un par de gansos, eran enormes, como dos nubes blancas emplumadas, como dos almohadones de esos reconfortables que invitan a descansar sobre ellos. Mami los vendió, porque correteaban a los muchachos y a las personas que venían a visitarnos.

Los conejos son muy lindos, hay de varios colores y razas; blancos con ojos rojos, blancos con patas, cola y cara negras, mamá los llama california, hay otros grises, dorados con pintas, negros y uno que lo llama mariposa, que tiene unas manchas negras en su cuerpo blanco diz que en esa forma. Mami tiene muchos y viene un señor que se los lleva a vender cuando están grandes, ellos dicen: “listos para el sacrificio”.

Las gallinas se la pasan como unas señoronas chismosas, vigilando desde su corral todo lo que pasa en la granja, todo lo que se mueve y con su cacareo parece que hablaran comentando los sucesos diarios.

El pavo es un señor muy elegante, todo plumas coloreadas, se la pasa exhibiendo su atuendo contorneándose entre los corrales, es muy escandaloso y su principal juego es pelear con la perrita. Mami dice que lo tiene hasta diciembre.

También hay un par de lechones que comen más que todos los animales de acá juntos, solo saben comer y gruñir.

Ahora que cumplí los diez años y estoy en quinto grado, papá me regaló un caballito.

Tiene grandes manchas de color en su cuerpo y lo llamo pinto.
Sus orejas y sus ojos son muy inquietas y es muy travieso. No le gusta que lo aten, empieza a revolcarse como loco y cuando siente una soga al cuello suele cabritar, parece chivo, por cabecear y por lo terco.
Parece que está bravo y se va sobre nosotros, corremos y luego el se retira, lo agarramos y jalamos entre todos, se pone terco, tieso, parece de madera.
Cuando está suelto es como un perro dócil, lo único que le falta es mover la cola y ladrar, es muy interesado, cuando tienes una zanahoria en la mano se dirige hacia a ti como un manso corderito.

¡ Oh caballito travieso! De piel suave y ojos despiertos, mueve constantemente sus orejas, le pongo bozal y se deja montar al pelo, tiene un paso corto y brincador, parece de estilo, papá dice que va ser trochador, mueve sus patas delanteras con elegancia, parece bailarín.
Una mancha en su ojos es oscura y mis amigos le dicen el pirata, le gusta andar todo el tiempo por los caminos del monte con nosotros y los muchachos le gritan “pirata, el pirata”, le gusta pastar donde están las florecitas amarillas y donde nacen los tréboles para hartarse de ellos , y se va al riachuelo, parece que goza viéndonos en nuestros juegos, en nuestras risas y en las piruetas que damos en los pozos



Rubén Patrizi

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