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elsaltodelarana

Pierín y Tintón

Ballenas

Pierín y Tintón

 

“Vamos, vamos a la playa” Le comenta Tintón a su hermanita Pierín.

Y van corriendo los dos por la orilla de playa, recogiendo los chipichipis que se asoman entre la arena cuando el agua se retira para formar de nuevo otra ola, ellos los ven en la orilla mostrando las pintas coloreadas que se asoman a flor.

 

El nácar brilla en sus manitas, y van llenando la pequeña cesta que la niña lleva en sus manos.

 

“Montémonos en el bote y jugamos a piratas” Grita Tintón a su hermanita. Ella abre muchos sus ojos redondos y mueve su cabecita en un ademán negativo. “¡Recuerda que mamajuly dijo que no nos fuésemos muy lejos!”

 

El bote un pequeño velero estaba encallado en la orilla, esperaba a su dueño que lo llevase a navegar por la laguna que se formaba antes del arrecife.

 

“Vamos, vamos, no hay problema no te preocupes” Y de un brinco ya estaba  encaramado en el pequeño barquito, la niña lo siguió dudando, pero al fin, era mayor y sabía lo que hacía.

 

El pequeño velero empezó a navegar por la laguna, poco a poco se alejaba de la costa, la niña miraba con ojos de susto y de interrogación a su hermanito. El le daba palmadas a su espalda y sonreía, era un no te preocupes silencioso, que trataba de calmar a la pequeña y asustadiza niña.

 

“¡Pierín, Pierin! ¡Mira como el barco navega entre las olas!” Efectivamente el barquito navegaba ora a la derecha, ora a la izquierda, iba de frente hacia el viento, navegaba de bolina, regresaba y el viento le daba en la popa y lo hacia encabritar, los dos se divertían de lo lindo con risas y alegrías. De pronto el viento cambió y los llevo  un poco  más lejos pasando el arrecife, allí  las olas eran  más fuertes, los dos se asustaron un poco, Tintón oteaba el horizonte, su rostro más serio ahora daba cuenta del peligro que corrían, pero no quiso demostrar miedo para no asustar a su hermanita.

 

De pronto un ruido y los dos fueron a dar al agua, las tablas del pequeño bote se esparcieron por doquier. Tintón y Pierín se aferraron a una tabla grande que paso rauda delante de ellos. “¡Nada, nada, agarremos ese tablón!” Gritaba para que su hermanita lo pudiese oír. Se aferraron duramente al tablón y empezaron a preguntarse que había pasado para encontrarse en ese  trance tan extraño…

 

Pierín pensaba en su madre, la vio en su mente, estaba lavando los platos cuando ellos le dijeron que iban a la playa, recuerda sus palabras “Niños, niños no vayan muy lejos estoy preparando el almuerzo y esta tarde vamos a salir” “Esta bien mamayuli” Contestó la niña dándole la mano a su hermanito que ya salía veloz de la casa.

 

El rostro  de Pierín se llenaba de lágrimas, nunca pensó estar en ese trance. Por lo menos estamos juntos pensó…

 

Tintón aferrado a la tabla hablaba a su hermana para tranquilizarla…

 

“No te preocupes, ya saldremos de esta, mueve los pies vamos chapaleando poco a poco y llegaremos a la orilla”.

 

“Así como veo yo, me parece que  mas bien nos alejamos”…

 

“No es tu impresión, no te preocupes vamos adelante”…

 

“¡Y ahora eso!” grita la niña asustada, “¡Mira son aletas de tiburones!”

 

“¡Tranquila, tranquila, eso no es nada pronto saldremos de esta!...

 

“¡Pe… pero… esos son tiburones y nos van a comer! ¡Ellos son animales muy malos!”

 

“No son animales malos, son animales nada más, su función es esa la de comer, y por eso se comen a otros animales”

 

“¡Y a la gente también!”...

 

“¡A nosotros no! ¡Ya vas a ver!”.

 

De repente un choro de agua les cae encima a los niños, ellos voltean y ven a una gran ballena que se les ha acercado.

 

“Hola Ballena, cómo está” Le habla Tintón con decisión.

La ballena cierra los ojos y les responde.

 

“Veo que están en cierto peligro, su barquito se ha estrellado en las rocas, y ustedes ahora rodeados de tiburones, están en cierto predicamento”.

 

“¡Sí pero saldremos adelante mi hermanita y yo!”.

 

“No lo dudo” Les comenta la ballena... “¡Vamos móntense en mi lomo los llevaré a tierra!”

 

Sin dudar un momento el par de niños se montó en la ballena que los llevó rápidamente hasta la orilla alejándolos del peligro que eran los tiburones.

 

… “Tintón…, Tintón, despierta, anda vamos despierta, estas todo rojo como un tomate, recuerda que mamájuli nos dijo que no nos tostáramos al sol y que no tardáramos mucho, ya llevamos mucho acá, y llevas dormido mucho tiempo”.

 

“¿Qué pasó, qué pasó, y los tiburones, y el barquito, y la ballena?...Tintón mirando a todos lados le dice a su hermana…

 

“¿De qué hablas?... le habla ella riendo y mirándolo a los ojos “¡Te has quedado dormido! ¡Vamos rápido que mamayuli nos está llamando!”

 

El par de criaturas se dirigieron a su casa en veloz carrera, ya el hambre los estaba apretando…

 

Una ballena levantaba su chorro en alta mar, se alejaba de la costa, nadando parsimoniosamente con su vaivén de cetáceo.

Lops sombreros del títere arlequín, llamado Tontín

Lops sombreros del títere arlequín, llamado Tontín

Los Sombreros del Títere Marioneta Arlequín,llamado Tontín.

 

 

La  marioneta después de un día, y agotado de tanto trabajo y brincos, donde los niños y el manejador lo hizo trabajar de más, se metió en el closet, y arguyendo mucho cansancio dio la orden expresa que nadie lo despertara para así poder  tener un descanso reparador…

 

Pero el closet estaba lleno de sombreros tipo conos, había rojos amarillos marrones negros y azules. La marioneta los saco a todos del mismo antes de meterse ella con sus hilos y palos a descasar.

 

La bolsa que guarda el polvo de volar de la bruja Amarilis, estaba mal cerrado y en cuanto la marioneta que se llamaba tintín por cierto, arrojo fuera a todos sus sombreros la bolsa de polvo de volar de la bruja Amarilis salio con todo y en un santiamén, todo fue untado con el polvo invisible…

 

Vieras ese pandemonium, era hasta cómico, las almohadas que estaban en la cama arregladitas ahora flotaban en el aire parecían dos sacos llenos de plumas que esperaban llenarse aún más. Los lápices, los globos, las pinturas, las chancletas y zapatos, las pelucas y lentes, todo flotaba y se movía como los astronautas cuando están sin gravedad. Todos los sombreros en forma de cono bailaban de alegría al verse llenos de vida y movimiento, que les había dado el polvo de volar de la bruja Amarilis.

 

Se fueron a viajar saliendo todos por la ventana que permanecía abierta para dejar entrar la brisa del atardecer que refrescaba el calor del verano.

 

Viajaron por las calles y fueron a un parque a revolotear y montarse en todos los aparatos, donde los niños solían divertirse en el día.

 

–Huele aún a niños, –comenta el cono rojo, que parecía llevar el mando. –Sí contestan todos en coro.

 

–Vamos hacer un concurso, cada uno de nosotros exhibirá su color para saber quien,  será el que llevará el control, el orden y el mando, antes que nos volvamos unos irresponsables yéndonos cada uno por su lado y perdernos en esta urbe que no conocemos.

 

Todos al unísono quedaron en acuerdo para hacer esa competencia, para así, saber definitivamente, quién quedará jefe del grupo.

 

Se montaron en los toboganes, en las ruedas, en los subibajas, y en vaivén del columpio, se divertían de lo lindo hasta que cono rojo –así lo llamaremos ahora –, pidió  orden, para organizar  el concurso.

 

La bruja Amarilis, llegó a la habitación en donde estaba durmiendo arlequín la marioneta y logró ver cuando los conos salían volando por la ventana…

Se llenó de asombro y de rabia al ver todas sus cosas regadas, la escoba bailoteaba y barría el techo, los mismos sombreros de ella estaban bailoteando en la habitación dando vueltas en el aire, junto con los globos y todas las cosas que había allí. Sus sombreros no siguieron a los otros, evitando la rabia de la bruja, evitando la reprimenda.

 

Ella pensó rápidamente en su acto, le tocaba en esos momentos salir al escenario y no tardaría el ayudante del director en ir a buscarla.

Dijo unas palabras en un idioma raro, diferente y en un santiamén, todo se vino abajo, se acabo el alboroto que había en la habitación.

La marioneta arlequín dormía como un tronco, nada lo despertaría-entre nos-  además de cansado como dije antes, se tomó unas cuantas copitas y eso le mantendría alejado la lucidez por largo rato.

 

– ¡A ver! –Dijo cono rojo, – ¡Vamos a ver! ¡Empecemos! ¡Tú, cono azul, explique por qué usted debe ser el líder!

 

–Yo, puedo ser el líder de este grupo porque soy azul, es el color del cielo y del mar, es el color de los niños varones y es un color alegre que seguro gusta a más de la mitas de los terrestres.

 

– Azul, azul; mira azul, vuela un poco anda al cielo, vuela otro tanto dirígete al mar…

 

El cono azul hizo todo esto y nadie lo vio, voló al mar trajo espuma de cristal, la que se forma en el momento de romper una ola, fue al cielo voló lejos,  se deslizó entres nubes y trajo un pedacito de nube, una blanca mota que parecía el conejo que sacaba el mago del sombrero.

 

Pero hubo un problema con cono azul, además de  hacer todo con esmerado esfuerzo no se logró ver. Fue invisible, ninguno vio cuando el hizo todas esas maniobras, simplemente desaparecía, se volvía invisible en cuanto su color se mezclaba con su mismo tono.

 

–Por lo tanto, –hablaba cono rojo en tono despectivo –el resultado de tu presentación, ha sido negativa, ya que ninguno  de nosotros ha podido ver lo que has hecho, quedas eliminado de la contienda ahora solo eres un sombrero más… Ahora le toca al verde.

 

– ¡Tú, verde, verde, te toca a ti!, verde, verde, verde.

 

La bruja Amarilis fue un éxito en el escenario, el dueño estaba asustado porque no sabía lo que podría devenir en esta situación había contratado a la bruja casi a regañadientes, a petición de favores de amigos y conocidos que abogaban por ella. Pero se dio por satisfecho en cuanto vio la actuación.

 

Ella dio un vuelco a los actos de magia, entró acompañada de una escoba toda desvencijada, miró al público y en un santiamén  los tenía a todos hechizados, voló, se cambio de color de piel, de azul a morado, de morado a verde, de verde al color normal y al final de un rubor rojizo que enternecía a los presentes. Trajo con ella a cinco animales, los convirtió en enanos, los convirtió de nuevo tres en ratones uno en pato y el otro en tortuga, hizo malabares con ellos, los metió en un saco y los hizo desaparecer. Éste fue el punto culminante de su actuación, después de unas palabras ininteligibles, los cinco enanos aparecieron en primera fila aplaudiendo. Era un acto apoteósico, sublime, las personas gritaban hilarantes, y para terminar ella monto en la escoba y detrás de ella una estela de polvo la siguió.

 

Los aplausos y las hurras de los espectadores la hicieron regresar, y ella lo hizo apareciendo lentamente montada de lado en su escoba que le daba un aspecto de sublime altivez…

 

El cono verde se las ingenió en hacer su papel; hizo maromas, surco los cielos, fue al mar, pero en cuanto entró al bosque, desapareció en el verde follaje. Ese había sido su error, así que también fue eliminado.

Igual sucedió con el marrón, con el negro; que dio por entrar en la oscuridad, y al final el amarillo que se atravesó con la luz solar que impedía ver su color…

Todos uno a uno fueron perdiendo en la lid ya no quedaba sino el rojo, el líder nato de los sombreros conos del títere arlequín.

 

 

– Yo soy el color, –habla con soberbia –Yo soy quien les enseñará a ustedes, como es el comportamiento de la luz y del color en la física. No se han fijado qué conos y triángulos  colocan de aviso en las carreteras, son rojos. ¡Rojos! El color de precaución el que indica un peligro inmediato, es este, –se señala a si mismo.

 

Hubo aplausos y alguna que otra mirada de soslayo que indicaba algo de no muy agrado, pero aún así todos aplaudieron y se regresaron al cuarto donde la marioneta arlequín aún dormía, pero ya faltaba poco para que él despertara para su número teatral.

 

Todos los sombreros conos se metieron al closet, ya sabían de antemano que a ninguno de ellos los iban a utilizar, solo quedó el soberbio sombrero cono rojo, guindado en la sombrerera al lado de la peinadora donde estaba el espejo que reflejaba su triunfo y su gran sonrisa.

 

El Títere arlequín despertó apurado, vio al sombrero cono rojo, lo tomó en su mano, le dio un apretón y lo guardo en una gaveta en el closet que estaba forrada de fieltro rojo, allí, desapareció el orgulloso sombrero cono rojo se consustanció con su color.

Entonces abrió otra gaveta y saco a un viejo zorro, otro sombrero cono de parches de colores, allí estaban representados todos los colores del mundo, era un viejo sombrero de cono que mostraba el azul, el verde, el marrón, el negro, el amarillo, todos estaban allí, y el títere marioneta arlequín, se fue muy orondo, contento y silbando a trabajar.

 

 

Rubén Patrizi

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Títeres:http://www.unaplauso.com/fotos-titeres_ai35c0b2.html

Libro... Conversaciones con patricia Frag... Las estrellas

 

 

 

 

 

"Abue, cuándo vamos a ver las estrellitas"...
Buscando una estrella en el cielo nublado, la niña mira las luciérnagas que revolotean entre los árboles, me pregunta curiosa," y esas lucecitas no son estrellitas", me río en silencio, su ganas de ver estrellas es inmensa. Le contesto serio:"Sí también son estrellas, son estrellas del bosque, ayudan a las hadas a recorrer los senderos"...
"A las hadas Abue".
"Si amore, cuando una noche como esta, nublada, la luna no deja ver su luz de plata, y los senderos se oscurecen, como ahora. Ves".
"Ah, Si Abue. Entiendo. Entonces estas estrellitas señalan su camino"
Si mi amor, y ves cómo se mueven... ahora en cuanto las nubes se vayan vas a ver el cielo y allí en esa inmensidad vas a notar como se ilumina con tantas lucecitas "
"Verdad abue. Son muchas, no había visto tantas así, desde la casa no se ven tantas"
"Es un efecto que pasa, acá en el monte se ven las estrellas con más intensidad, son muchas e infinitas, están tan distantes y tan cerca"
Si Abuelito, estoy feliz , ¡mira cómo brillan! ¡Tantas y tantas!...
El sueño vino a dominar a la cansada niña, que dormía feliz al ver tantas estrellas.

FOto http://www.arteyfotografia.com.ar/tags/noche_de_luciernagas/

 

Besos olas de mar

Besos de olas de mar.

 

– ¡Te quiero mucho!

– ¿Cómo cuánto?

–Así de grande –abre los brazos y los abanica.

– ¿Qué es grande?, ¿un tren?

–Sí –sonríe y muestra los dientes de niña. –Un tren, un elefante, una ballena. Todos son así de grandes –de nuevo abre los brazos como si abarcara el mundo.

–Sí, todas esas cosas son grandes, y qué cosas son pequeñas.

Contesta.

–Una hormiga, una mariposa, un botón, un pececito de los que hay en la pecera aunque hay mariposas grandes, pero no tan grandes como los elefantes. –Ríe.

– Te envío un beso muy grande, –y de nuevo mueve los brazos como alas de mariposa, me imagino una ola del mar que se va abriendo y enseñando su flor y que explota en mil chispas  blancas. Le contesto.

– Ese beso es como una ola del mar.

– Sí, y te envío otro más grande. –De nuevo abre los brazos esta vez hace un gesto exagerado como queriendo abarcar más, y de nuevo mi imaginación vuela y es una ola enorme que se va expandiendo hasta llegar muy cerca de la orilla y una vez allí, descarga su ímpetu en un estallido del mil estrellas fugaces.

–Bueno otro beso de ola de mar, y otro y otro.

–Esos besos de ola de mar tan grandes.

– Sí como mi amor.

– Tu amor es así de grande, cómo tan grande.

– Si desde aquí hasta el cielo.

–Y que es más grande que el cielo.

Hace un silencio, deja de sonreír, se pone pensativa, una pequeña arruga se asoma en su ceño como un signo de interrogación, todo pasa en segundos y así mismo regresa la sonrisa a los labios, ya tiene la respuesta, fue todo como una nube que tapa a la luna y todo se oscurece y de pronto, en segundos, se diluye la sombra y de nuevo la plata de sus rayos ilumina de nuevo la noche.

– ¡Umh!, –expresa –más grande que el cielo es el amor que te tengo.

Y brinca en un pie y brinca en el otro, es un triunfo, y ríe…

La Boda.....

La Boda.....

 

 

 Venus Técnica Creyón

Rossina Guardia

Uruguay

 

 

 

La reunión se anunciaba muy divertida, estaba en pleno apogeo, los invitados libaban el licor que era escanciado en sus copas con generosidad.

No faltaba la comida ni la bebida y todos permanecían alegres y dicharacheros, las voces de los más ansiosos llegaba hasta la calle y manteniéndose la alegría en la reunión.

Los novios repartían sus saludos y abrazos a los amigos, que les deseaban sus parabienes, las felicitaciones de rigor y algún que otro regalo en metálico que era conducido al bolsillo del novio.

Fiesta, ejemplar entre fiestas, esplendorosa, no faltaba sino que entrara más alegría por las ventanas para hacer el derroche más regio, más maravilloso....

--¡Pist!.¡Pist!.¡Pist!—Un sonido que imperceptible se asoma entre el clamor de voces.
Se repite.
—¡Pist!, ¡pist!, ¡ pist! Un poco más fuerte, es un llamado, que pide atención.

Una mano se asoma por entre el cortinaje e invita al novio a seguir su seña.
--¿ Pero pasa algo importante?—La mano ahorase convierte en un rostro y calladamente solo con los labios le indica algo al novio. ( S-e a- c -a -b -ó e-l v-i-n-o).
Se repite la pregunta— ¿Pero pasa algo ?.
La voz sigue callada, el hombre carraspea, se limpia la garganta y le indica al novio;
--¡ La bebida se acabó!.....
--¿Cómo? Responde el novio, rojo su rostro y temblorosas sus manos.

No se sabe a ciencia cierta, si fue por falta de previsión, o muchos los invitados, pero así paso.
El vino, se acabó.

Y el horror y el terror se apoderó de los novios.

Notaron enseguida la falta de líquido vital, que para una fiesta de tal envergadura es muy importante. Se pusieron a cavilar y se hacían preguntas, y preguntas, y no tenían respuesta a esas preguntas.

“¿Qué haremos?.¡Qué predicamento!. ¡En qué situación estamos metidos!.....

Mirando todo y a todos, observan entre los invitados a una familia que en una mesa platicaba y se divertía. Estaba el esposo, la señora y el hijo de ambos, que muy animado contemplaba a las gentes divertirse.....
Una voz el indica al novio "Habla con la Señora"...
........................

--Hijo mío--, le comenta la madre, --pero debemos ayudar a estas personas.
--¡Pero cómo madre!. La observa con seriedad y hablándole con ternura, continua—Tú sabes que yo no estoy para estas cosas—Le replica--¡No!. Todavía no ha llegado mi h...
Ella no le deja terminar la frase, con los ojos llenos de lágrimas le objeta.
--Estas gentes son nuestros amigos y debemos ayudarlos, no podemos dejar que los recién casados sufran empezando su vida y las consecuencias futuras. La Burla, el que dirán—Le sigue hablando mirándole a los ojos, con la expresiòn que tiene todas las madres cuando solicitan algo..
--Además los conocemos de muchos años, son casi nuestros parientes.

El hombre no tiene argumentos, para debatir a su madre, que es toda generosidad y dulzura. Calla. Piensa.
--Esta bien madre. ¡Lo haré!. ¡Preparemos las cosas!.

.............................

Las gentes comentaban con gran entusiasmo sobre la enorme sorpresa dada por los anfitriones en la fiesta...

“¡Nos dieron un vino que fue una delicia!. ¡ Insuperable!. ¿De donde lo habrán sacado?. ¡Ni los gobernantes!.... ¡Fue toda una sorpresa!”.

El hijo y su madre reían alborozados...

Fue tanta la calidad y lo sabroso del vino que existen crónicas de esa fiesta desde hace 2000 años.

¡No!

¡No!

Ascensión

50X40

Rossina Guardia

Pintora Uruguaya

¬"¿Y?"

¬"No es así como dices y piensas, las cosas acá, sabes bien que son diferentes"

¬ ¡Claro que no!

¬ ¡Claro que sí, insisto, fíjate, estamos en esta fila y somos solo eso, cargadores!

¬ Pero esto puede cambiar.

¬ ¡No! ¡No puede cambiar! Ha sido así por siglos. Así es el sistema, que no cambia ni cambiará nunca.

¬ ¡No! Te lo dije ya. Me voy. Yo se pensar,  meditar, y discurrir, y en este razonamiento me doy cuenta que somos unos borregos en esta fila de cuerpos que caminamos  inertes en el tiempo y espacio. Me niego a ser solo cargador. Me niego a ese constante ir y venir sin más conciencia de lo que pasa alrededor, estamos actuando como autómatas

¬ ¡No! Estas equivocado, no somos autómatas, solo somos lo que venimos siendo a través de miles años.

¬ ¡No, no quiero! No debemos, actuamos sin sentido, sin conciencia, somos unos obreros, unos robots, unos cargadores, nadie piensa en esta comunidad, o se piensa a escondidas y nadie quiere decir nada, nadie quiere rebelarse, estamos rodeados de cobardes y de guardias que no permiten que hagamos algo diferente. Estamos vigilados por los cuatro costados. No se permite que hagamos algo fuera de lo común. A los ancianos los desechan, a los enfermos y lisiados, los matan. ¡No! No estoy de acuerdo, en este momento renuncio. ¡Me voy!

¬ ¡No puedes irte si sales de esta fila te matarán!

¡No me importa! No quiero ser un ente vigilado en todos mis movimientos, renuncio a este sistema que no permite pensar ni actuar en forma diferente. Yo quiero vivir, gritar, decir lo que pienso sin trabas de nada, expresar mi ira, mi angustia, mi pensar.

¬ ¡No! No puedes hacer eso porque eres….

No permite que acabe la conversación, sale disparado de la fila y se acerca al vigilante, le dice unas palabras y le lanza un sopapo al rostro que lo hace tambalear y lo arroja al piso.

Voltea y se va caminado alejándose de todos……

A lo lejos se oye el sonido una sirena y el repique de una metralla……..

……………………………………………………………………………………….

En medio de unas sabanas mojadas por el sudor, se despierta un hombre, y hablando para sí, comenta moviendo la cabeza hacia los lados como tratando de despejarla:

"Que vaina, estaba soñando que era una hormiga."

Iguana-iguana

Iguana-iguana

Iguana Iguana. El Guajiro Francisco a sus ochenta y cinco años descansaba encaramado en su chinchorro, y este descanso, imprevisto, era causado porque  estaba con una pierna enyesada. Hombre inquieto. El blanco yeso sobresalía en el chinchorro en esa tarde veraniega... .....Estaba montado en un árbol bajando mamones, cuando se vino abajo. Él todavía a su edad,   acostumbra  a encaramarse en casi todas las matas, disfrutaba de lo lindo bajando mangos, o los aguacates, le gustaba mucho montarse en esas matas.....Reminiscencia de una niñez ocupada, le decían sus amigos, y el  reía, esta vez se miraba el miembro enyesado y les decía a los demás “ Es solo un pequeño resbalón, cuando me quite el yeso verán”....   Así descansaba esa tarde Francisco, mirando las nubes que pasaban velozmente sobre su cabeza. -Va a llover-, pensaba en voz alta, y está elucubrando pensamientos de monte, sonreía de sus cavilaciones llenas de las travesuras que ha protagonizado por esos campos, ecos de su tierra que venían acompañados de brisa.... La sentía  y observaba que movía las ramas y hojas y alejaba a los insectos a su alrededor que venían a rondar las orejas en su canto monótono.. Al fondo de la cerca, empezaban a subir unos cerros y entre ellos  unos Araguaneyes, que explotaban en sus ojos la exuberancia, mostrándose llenos de luz henchida de sol, majestuosos árboles de flores amarillas. El mocho Rafael lo iba a visitar en las tarde de fresca, cuando el sol bajaba su tenor, y se disipaba el enorme calor que se acumulaba todos los mediodías.  El mocho Rafael, lo saluda, le habla con cariño y respeto.Y le va preguntando por las iguanas. Francisco sonríe y le responde  ” Coño me las  van a acabar, por allá en la cerca del fondo, dentran los muchachos y me las tumban, que baina y yo acá sin poder hacer nada”. Esta vez se le frunce el ceño, por el recuerdo de los muchachos que en forma irrespetuosa entran en el fundo para acabar con sus iguanas. Enseguida cambia y vuelve a sonreír. “Pero ahora ven, pásame ese camuro y verás que pasa”. Francisco se coloca la totuma en la boca y empieza a emitir unos extraños sonidos guturales. “Toco, toco, toco, toco”. Y va repitiendo de nuevo como en un rito, esta vez con otro sonido, más seco y más fino, cambiando completamente el tono de su voz.” Toco, toco, toco, toco”.Y repite de nuevo.” Toco, toco, toco, toco”. Entonces inmediatamente le replica a Rafael “ ¡Mira, mira!.¡ Allí vienen!. En efecto, al principio se dejaba ver unas mancha verdusca, que rompía la quietud entre los árboles, se iban acercando tras cada llamado, moviendo sus cabezas, caminando muy despacio, eran seis y muy grandes, de más de un metro y medio, unas, muy verdes con rayas grises a los lados de su cuerpo y otras, casi grises un verde más sucio, también con rayas más oscuras a los lados. “ Mira allí, es un macho y está muy grande ¿verdad?, y allí, observa a la hembra que ahora se asoma. Vienen todos sigilosos porque tu estas aquí, siempre están más confiadas cuando estoy solo. ¡No te muevas!, mira son seis y viene todas a comer de mi mano. Ya tienen tiempo conmigo, están mansitas y vienen inmediatamente  a mi llamado, están ya acostumbradas a mí. El problema es que se van alejando cada vez más y existe el peligro de que los muchachos y los cazadores me las maten a todas”. Rafael oye asombrado a Francisco y no cree lo que ve. Entonces le pregunta emocionado.  “Cómo es que conseguiste esas iguanas”  El guajiro, hace una seña con su mano y acaricia la cabeza a uno de los animalitos. “Las tengo por más de cinco años” le responde, escupe una porción de tabaco que tiene en la boca y le continua diciendo. “ Todavía hace unos años limpiaba la empalizada allá en donde están los árboles grandes, aquellos araguaneyes y  me las encontré, estaban recién saliendo de sus huevos, chiquiticas y verdecitas.Las recogí y me las traje, algunas se murieron, pero fíjate como están las otras, se han desarrollado bárbaramente, comen de todo, arroz, pan , y el residuo que queda de la cocina, la mujer lo aparta y se los da a comer. Observa como están de grandes y rebosadas”. “ Solo de una de ellas sale un buen guiso”, le cometa Rafael en tono de guasa. Jajá jajá ríe el viejo, y le replica “ Ni se te ocurra, son mis muchachos. Jaja jaja...Vuelve a reír el viejo.....  ------------------------------  Iguana Iguana... Reptil suramericano. En peligro de extinción, su caza es indiscriminada y ya hay algunos sitios en donde no se le encuentra.Los huevos son nutritivos y muy buscados  en los meses de enero y febrero y las cazan solo para quitárselos..  

"Cambul"

"Cambul"

 BÁRBARO RIVASNo disponible
Crucifixión
1960 circa | duco sobre masonite | 50 x 50 cms.
Pintor ingenuo    

Cambul

Hay risas por la que quieres meterte debajo de la tierra

 

Las risas no se dejaban de oír, en cuanto se oyó la  respuesta los muchachos, implacables y rápidos, reían a todo pulmón.....

 

El verde pizarrón mostraba en su superficie las palabras que escribía el profesor  con la blanca tiza, y éstas a su vez eran copiadas con velocidad en los cuadernos, al mismo tiempo que con la otra mano, él, vehemente, borraba para escribir en la verde tabla nuevas palabras...

Escribía y borraba con una rapidez asombrosa, gesticulaba como loco, se movía, hacia gestos extraños, sus palabras salían con avidez de su boca, y él anotaba casi todo lo que decía. Los jóvenes ponían atención y seguían apuntando en sus libretas.

 

Libros y cuadernos debajo de los pupitres, grandes ventanales, pero muy altos, desde el interior solamente se lograba mirar el techo del largo pasillo que continuaba hasta las escalas y la claridad del día, luz que entraba rauda y a borbotones. Una clase llena hasta los tuétanos de jóvenes ávidos del saber.

 

En cuanto preguntas, los sabihondos levantaban la mano, eran los primeros que ampulosos recitaban de memoria los versos, o las definiciones, más aún las fórmulas o las conjugaciones verbales, el deletreo, etc. Cualquier pregunta que era solicitada por el viejo profesor.

 

Los otros callaban tímidos y veían para otro lado haciéndose los locos, para no ser el blanco del dedo inquisidor.

 

Se entablaba la discusión se exponían las ideas y las palabras fluían con avidez.

El Profesor cuestionaba estas preguntas, y las anotaba en la gran superficie verde

¿Cuáles son las palabras que se pronuncian mal en el idioma castellano?

¿Por qué se confunde la r con la l en algunas zonas del país?

¿Por qué el uso constante de la de, metida en cualquier oración?

 Los que. ¿Por que se usan arbitrariamente? y en fin muchas palabras que se escriben, que se oyen y se hablan mal.

 

¡A ver usted!. Le dice señalando con el dedo, al joven que parece estar distraído. Él esta leyendo un escrito en el libro que está encima de su pupitre, no anota nada y esta absorto en ello, esto la ha alejado de la clase momentáneamente.

 

El joven esta completamente perdido, no sabe a ciencia cierta que le van a preguntar, en su interior se crea una enorme confusión, se llena de nervios, no lo demuestra pero sen sus ojos está marcada la interrogación.

 

Antes, leía en el libro las palabras mal escritas del idioma castellano que involuntariamente y por costumbre, en muchas regiones los pueblos expresan erróneamente, y se reía mentalmente de algunas de ellas.

 

“¡A ver usted”! Le repite, ¿dígame una palabra que termine por la letra ele?

 

En el cerebro del muchacho se consumía la materia gris, buscaba en el interior de sus neuronas una respuesta, pero los nervios, los traicioneros, no dejaban que se aflorara en su mente palabra alguna, le venía a la memoria la palabra  elefante, pero la ele no está al final comentaba para sí. Otras palabras pasaban como una lista interminable frente a sus vedados ojos, pero  nada, no venía nada con la letra ele al final. Que susto. Apremiaba a su mente y de pronto recordó las palabras que leía en el libro momentos antes de que el profesor lo apuntara con su dedo inquisidor y lo llamara.

Él va a  responder, lo hace sin pensar ya en nada, responde como zambulléndose en las aguas de un río o del mar sin saber nadar, solo lanzándose en ellas así de sopetón, y replica tímidamente con una vocecita casi apagada......

 

“ Cambul...”